En las últimas décadas la evolución de la facturación electrónica en Latinoamérica ha sido muy importante, ya que la región ha adoptado esta tecnología como parte integral de los esfuerzos para modernizar los procesos comerciales y mejorar la eficiencia fiscal.
Chile, México, Argentina y Brasil fueron los pioneros al implementarla a principios de la década del 2000. Desde entonces, la facturación electrónica se ha expandido a más de 15 países, incluyendo a Uruguay, Guatemala, Honduras, Ecuador, Perú, Costa Rica, Colombia, Paraguay, Panamá, Bolivia, y más recientemente, República Dominicana y El Salvador.
Esta transformación ha demostrado ser beneficiosa tanto para las Autoridades Tributarias en su gestión de control como para las empresas, ya que su implementación conlleva una reducción de costos, una agilización de los procesos comerciales y una mejora en la transparencia de las transacciones.
Sin embargo, debido a que cada jurisdicción establece sus propios lineamientos normativos y técnicos, la implementación puede volverse complicada para las empresas que operan en diferentes países y buscan armonizar sus procesos de facturación.
Es aquí donde Brinta se destaca al ofrecer una solución integral de facturación electrónica para 19 países de Latinoamérica, la cual permite estandarizar y centralizar el proceso, generando documentos fiscales de acuerdo con las regulaciones locales, proporcionando reportes relacionados y permitiendo el monitoreo, todo esto desde su plataforma.
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